viernes, 29 de junio de 2012

La muerte prematura


Aunque el ecuador de la temporada se superará una vez haya concluido el G.P. de Alemania (22 de julio, décima prueba natural del calendario), por fortuna el paddock no ha parado de moverse como si hubiésemos dado inicio a la sesión quien dice a la vuelta de la esquina, de forma que a diferencia de otros años, 2012 parece más una montaña rusa que otra cosa. Así, entre pitos y flautas, entre sinvivires y fortunas, Silverstone ya asoma las orejas en el horizonte, para celebrar los 62 tacos que lleva todo esto en pie y para permitirnos descubrir de nuevo, por si lo habíamos olvidado, que los mejores campeonatos son aquellos que proponen mayor número de alternativas, y que los demás, sencillamente se olvidan con demasiada facilidad. Pero este año, además, el G.P. de Gran Bretaña viene a evidenciar testarudamente, que la historia tiene sus normas y que los grandes se han ganado un puesto en ella precisamente por estar siempre o casi siempre en cabeza.

Ahí están McLaren y Ferrari, peleando esta vez con Red Bull, con una Lotus que no es la Lotus que algunos recordamos, como invitada con opciones; y sin querer o queriendo, las cuatro escuderías forman parte de la candidatura oficial a llevarse el gato al agua después del proceso de destilación sufrido durante las ocho carreras disputadas. También está Mercedes AMG, pero ligeramente descolgada, y tras ella, se aprietan los integrantes del elenco que luchan por el puesto de sideshow Bob… 

El caso es que después del soberbio meneo que metió Red Bull a sus rivales en Valencia, al menos mientras el RB8 de Vettel se mantuvo en pista, han saltado las alarmas y ya hay quien ve que se nos avecina una réplica de lo sucedido durante 2011, y aunque no soy quien para llevar la contraria a nadie, entre otras cosas porque en el fondo entiendo tanta prevención (el gato escaldado del agua fría huye), me temo que hasta en esto hay que cambiar de modo de lectura, porque en 2012, la lucha cerrada a la que hemos asistido ha originado un escenario en el cual nadie puede permitirse el lujo de bajar los brazos —en cierto modo estamos ante una temporada similar a la de 2008, y conviene recordar que aquel año, BMW-Sauber, precisamente por ser extremadamente cauta o por leer mal el terreno que pisaba, como prefiráis, dejó a Robert Kubica sin posibilidad alguna de luchar por el mundial de pilotos más triste de la historia, aquél que el polaco tuvo ciertamente a tiro y que desaprovechó porque su escudería había arrojado la toalla, precipitadamante y sin base real para hacerlo—.

A lo que iba. Ante la muestra de señorío mostrada por la de Milton Keynes durante el G.P. de Europa, entiendo que Ferrari, McLaren y Lotus, lejos de sentirse acomplejadas se habrán puesto las pilas, cada una de ellas dentro de sus posibilidades, obviamente, pero conscientes de que dar aire a la austriaca puede resultar más peligroso que plantarle cara. Por tanto, no se trata de aplicar aquello de más se perdió en Cuba, sino de atender a lo que viene siendo la constante de esta temporada: en río revuelto, ganancia de pescadores.

Pirelli puede endurecer sus compuestos. Red Bull puede haber acertado con sus últimas modificaciones. Lotus puede aguantar el trallazo. McLaren puede encontrar el camino. Ferrari puede seguir evolucionando el F2012… Demasiados puede para dar el asunto por zanjado, no sé si me seguís.

En este sentido, conviene recordar que precisamente la de Horner es la que nos ofrece el mejor ejemplo de lo que puede suceder de aquí a que termine todo, porque la escudería austriaca, muy por encima de lo mostrado por sus competidoras, ha resuelto sus propias dudas a base de propuestas a cada cual más innovadora.Parche tras parche implementado sobre el RB8, la de Newey lidera la tabla de constructores y tiene a uno de sus hombres (Webber) como segundo en la de pilotos, a tan solo 20 puntos de Alonso, y al otro (Vettel), ocupando la cuarta plaza, inmediatamente detrás de Hamilton. Sin duda, todo ello resulta un bonito saldo para tanto esfuerzo como ha sido desplegado en Milton Keynes. Pues bien, McLaren no ha rendido la rodilla, ni se la espera; y Ferrari sigue la senda elegida, avanzando a poquitos en vez de a grandes pasos, pero avanzando, que es lo que queda. Y Lotus… Pues Lotus, será la que vemos hasta que aguante su caja de caudales, Dios quiera que mucho.

Termino. Red Bull no es el coco de temporadas anteriores, está resolviendo sus problemas como buenamente puede, lo que la pone a tiro de la de Woking y la de Maranello. Sí, intuyo que hay vida más allá de la muerte, sobre todo si ésta es prematura y comienza en Silverstone, precisamente.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este campeonato no será solo una lucha de monoplazas sino que estamos disfrutando un duro combate mental entre los distintos contendientes. No todo es fiabilidad, aerodinámica y motor.


King Crimson

GRING dijo...

Estoy con King Crimson en su apreciación. Y cada GP que pasa aumenta mi sensación de que Pirelli está haciendo más bien que mal por un campeonato regido por unas limitaciones técnicas que tienden a la igualación de monoplazas cada vez más. Y sí, este año estamos viendo una dimensión psicológica del deporte que se echaba de menos en la F1, y que espero llegue hasta el final del cto.Saludos

Anónimo dijo...

Me temo que ni siquiera un gato se puede escaldar con agua fría.