lunes, 30 de agosto de 2010

Cinco sastres, todavía


Volvámonos razonables durante un instante y reseteémonos (¡jodido palabro de raíces bárbaras, lo que me ha costado escribirlo!), porque el calor nos está afectando de mala manera.

Reconozco que he empezado el día con mal pie. Como sabéis, soy lector de EL PAÍS, diario que ojeo mientras desayuno y en el tren que me lleva desde Portugalete a Bilbao (media hora en total, vamos, que la exposición no es preocupante), pero que compro para que mi cuñada Ana se haga a las tardes el crucigrama. Y el caso es que después de tragarme eso que escribe Don Joan Villadelprat en la sección de deportes, se me han quitado las ganas de meterme entre pecho y espalda lo expuesto a doble página por Don Oriol Puigdemont a cuenta de la carrera de Spa (encima salía Hamilton en fotografía a tamaño grandote), no fuera a ser que me diera un pampurrio y me quedara tieso en el sitio.

domingo, 29 de agosto de 2010

Concierto para piano y drive-through


Nada como reconocer que te sigue gustando esto porque a pesar de que tu héroe ha doblado la rodilla, te sientes capaz de disfrutar de una carrera llena de contenido.

Es verdad que ver a Fernando terminando malparado ha empañado un poco el espectáculo de su recuperación, de su capacidad para imponerse a una coyuntura adversa que tenía sus raíces en la calificación de ayer, pero qué queréis que os diga, prefiero mil veces verle naufragando después de haberle disfrutado batallando como un cosaco, que perdido en mitad de la nada como ha hecho Felipe Massa.

viernes, 27 de agosto de 2010

Un lugar encantado


A tontas y a bobas ya estamos en Spa, y con Fernando marcando territorio, cuestión que a tenor de lo visto últimamente puede suponer un buen augurio, y eso que el asturiano nos tenía acostumbrados a utilizar los viernes para preparar las cosas del domingo sin levantar demasiado revuelo. En fin, bien está que volvamos a las tradiciones que tan buenos momentos nos granjearon no hace tanto, ya que si el Nano ha decidido comenzar a sacar pecho tan temprano, sin duda será por algo…

En otro orden de cosas, McLaren ha elegido pasar olímpicamente de su invento, lo que ratifica lo que ya comentamos aquí en su día de la mano de Pirat, aquello de que el F-Duct era una solución que resolvía algún problema desconocido del MP4/25, que había dado en la diana por pura carambola, ya que si hay un circuito en el que el demonio cachivache podría ser útil, ése es trazado belga. Para remate, después de haber explicado ayer mismo lo que pienso sobre la flexibilidad de los alerones delanteros del RB6, Horner y su gente han desandado camino incorporando la nose anterior a Silverstone, de manera que puedo decir orgulloso que no estaba muy descaminado en mis apreciaciones, pues con ello los coches austriacos pierden downforce para ganar velocidad punta.

jueves, 26 de agosto de 2010

Secretos


En el pasado GP de Gran Bretaña, Sebastian Vettel rompía su novísimo alerón delantero y la cosa se quedaba en lo anecdótico, porque Webber se veía obligado a ceder el suyo al alemán, etcétera, etcétera… Como digo, ahí quedó la cosa, donde jamás debería haber quedado, ya que el asunto tenía que ver con una de las muchas armas del niño bonito de Newey, exáctamente con el puñetero morro, que a fin y a cuentas era lo que no había aguantado, porque la rotura se produjo en los anclajes de éste al chasis, circunstancia que delataba que el nuevo invento de Newey producía más downforce de la que cabía imaginar.

Bien, como he leído muy poco o nada al respecto, me he animado a desempolvar mi bata de CSI neoyorkino para intentar explicar como hombre de letras qué es lo que ocurre en el demontre apéndice nasal del RB6, porque según mi humilde modo de entender, el asunto tiene poca relación con la supuesta flexibilidad del alerón del coche austriaco, pero mucha con el diseño del conjunto de la nose y la inclinación en orden de marcha del vehículo, vamos, que por muy tonta que se ponga la FIA, los Red Bull van a seguir pasando todas las pruebas habidas y por haber.

miércoles, 25 de agosto de 2010

En el amor y en la guerra...


Aunque resulte increíble, los tiburones blancos acostumbran a salir del agua para cazar al vuelo focas que creen ponerse a salvo evolucionando en su huída por encima de la superficie marina, como si haciéndolo pudiesen evitar el mortal ataque de un animal que goza del instinto afilado a lo largo de los siglos por los de su especie, y que por tanto resulta eficaz e imprevisible a partes iguales.

Comento este sorprendente comportamiento que se da en la naturaleza, dando fe de él con la magnífica fotografía que decora esta entrada, porque Max Mosley ha salido de ese oscuro lugar donde le sospechábamos reposando tranquilo —tras décadas y décadas de esforzado trabajo desde la presidencia de la FIA en aras de convertir este deporte en algo que no reconoce actualmente ni la madre que lo parió—, y ya hay quien ha visto en él un feroz escualo que no pierde ocasión de demostrar que sigue vivo.

domingo, 22 de agosto de 2010

Cuestión de actitud


No voy a decir que está todo el pescado vendido, porque no es cierto, aunque sí lo es que a estas alturas del campeonato ya no queda margen para demasiados errores.

Por suerte, tanto Fernando como Ferrari parecen haber disipado con un trabajo eficiente la mayoría de las sombras que sufrieron antes del paso del ecuador de la temporada, y en este orden de cosas nada anima a que nos mostremos pesimistas o en exceso cautelosos, pues el F10 ha encontrado una senda razonablemente buena que lo ha acercado a la estela de comportamiento del RB6 de Red Bull, distanciándole a su vez del MP4/25 de McLaren, plataforma que no está pasando por sus mejores momentos, y que si hacemos caso de las quejas de Lewis Hamilton, puede retornar de estas pequeñas vacaciones veraniegas con una clara desventaja frente a su rivales, que sin duda será resuelta a la mayor brevedad posible. ¡Buenos son los británicos para eso!

sábado, 21 de agosto de 2010

Eau Rouge


En una semana escasa el tinglado habrá vuelto por sus fueros, y a pesar de que este año, a diferencia de otros, se anunciaba próspero y halagüeño como pocos, el aire está cargado de vibraciones tristonas, como si nos hubiésemos cansado antes de recoger el añorado premio, o como si faltando un puñado de kilometros para terminar la maratón, nos fallaran definitivamente las fuerzas.

Me ocurrió una vez en la playa de Karraspio, frente a Lekeitio, que la marejada me atrapó impidiéndome llegar a la playa. El instinto me pedía a gritos salir de allí como fuera, pero la cabeza me recordó lo que había aprendido durante la obtención del título de socorrista acuático en La Cruz Roja.

viernes, 20 de agosto de 2010

El hombre del saco


No me suelen gustar las lecturas sencillas. Tiendo más a la densidad, al cambio de foco, a los plano-secuencias, a buscar entre lo evidente aquello que lo es menos, pero que tal vez tiene mucha más importancia que la pátina que nos deslumbra. Como escritor recurro al mismo artificio: esconder un árbol en un bosque para destacarlo cuando conviene a la narración o cuando sencillamente siento el impulso de que ha llegado el momento de hacerlo.

Como sabéis, anda por el paddock un piloto que lleva a su espalda un saco de dinero con el que apea de su asiento a cualquier desgalichado que no pueda cubrir la apuesta, y que al parecer ha puesto su particular diana en la débil y española Hispania HRT, originando que Chandhok y Senna aparezcan y desaparezcan como el Guadiana.

jueves, 19 de agosto de 2010

El rey silencioso


Pudiera ser que acostumbrados como estábamos a que Max Mosley anduviera en el candelero cada tres por cuatro, por aquello de las prisas que se tomó en no dejar títere con cabeza antes de su abandono del cargo, la actual etapa de la FIA pareciera un auténtico remanso de paz por puro contraste. También podría ser que la cosa resultara la mar de natural, de manera que los abundantes fuegos artificiales que rodearon al anterior presidente del máximo organismo rector del deporte podían corresponder a un final de baile como otro cualqiera, y que la tranquilidad reinante ahora respondiese únicamente a que su sucesor todavía estuviera acomodándose a su nuevo despacho y responsabilidades…

Sea como fuere, la verdad es que Jean Todt nunca ha sido un tipo de esos que exteriorizan lo que sienten. Menos aún de esos otros que permiten que los que les rodean se muestren excesivamente eufóricos.

martes, 17 de agosto de 2010

Brazil


Muchas veces me he preguntado qué pudo poner sobre la mesa Terry Gilliam para que Robert De Niro aceptara trabajar en su película Brazil, interpretando una especie de versión ciberpunk del mito de Robin Hood, un técnico antisistema que en la cinta arreglaba aparatos de refrigeración y calefacción por amor al arte (literal, buscaba la perfección) y a cambio de nada, desde la más absoluta clandestinidad.

También suelo pensar en que no hay nada más hermoso que soñar con alcanzar una utopía, y recuerdo entonces que el papel de De Niro era precisamente el de un insumiso insolente con las autoridades, que disfrutaba metiendo el dedo en aquel sitio al demonio orden establecido, y que aparecía y desaparcía en las secuencias armado con una carencia bufona de anhelos o esperanzas por cambiar nada, que quedaba la mar de plástica y convincente. Obviamente el tipo era considerado un delincuente pues no tenía papeles para el desempeño de su profesión —si es que podemos llamar así a lo que hacía, pues más parecía que ejerciera una militancia ideológica como si fuese un minero en mitad de una huelga—, a pesar de que la trama se desarrolla en un futuro no demasiado lejano.

viernes, 13 de agosto de 2010

Don't worry, be happy!


Pasa que a veces no nos damos cuenta de la importancia que tienen algunas circunstancias que nos rodean, así, todavía hay que seguir contestando a preguntas del estilo de si te hiciste aficionado a la F1 a partir de Fernando Alonso, como si haberlo hecho supusiera una especie de tara irreparable y no algo sustancialmente idéntico a haber llegado a esto de la mano de Niki Lauda, Jacky Ickx o Jackie Stewart, o incluso de Michael Schumacher.

Somos un país extraño que se está descubriendo constantemente como hace un adolescente cuando se mira al espejo. En F1 tenemos a Fernando, Pedro y Jaime disputando carreras; a Marc encuadrado en Ferrari y hasta ayer a Andy en Virgin; varios pilotos en posición de entrar en El Circo, mientras multitud de críos corren en karts soñando con llegar a él algún día; dos circuitos integrados en el calendario del mundial, y otros dos contemplados para entrenamientos; una escudería en liza, Hispania, y otra llamando a la puerta, Epsilon Euskadi; ingenieros, etcétera… y a pesar de que podríamos darnos con un canto en los dientes por lo logrado en menos de una década, seguimos siendo demasiado cicateros con lo nuestro, como si tuviéramos miedo a sacar pecho.

jueves, 12 de agosto de 2010

Jorge de Bagration (1944-2008)


Acostumbrados a que nuestros pilotos deambulen por el mundial de F1 casi como por su casa, hemos perdido la perspectiva de lo complicado que resultaba abrirse paso, siendo español, se entiende, en la etapa más hermosa de la máxima expresión del automovilismo deportivo: la década de los setenta de siglo pasado. Bagration y Zapico (Rodríguez Zapico) son una buena muestra de las dificultades que debieron sortear nuestros conductores siquiera por encontrar un miserable hueco, pues las sufrieron en propias carnes, y de lo poco gratificante que resultó morder el polvo sin ningún tipo de ayuda. Puesto que aún naciendo en el mismo año, Jorge lo hizo unos meses antes que el leonés, toca mencionarlo siguiendo la estela de Alex Soler-Roig.

No obstante, y puesto que a la hora de documentarme sobre la figura de Bagration me he encontrado con algunos debates sobre si en su curriculum debe contemplarse o no que llegase a ser piloto de F1, me gustaría decir que si hubiera llevado en los coches que condujo la Union Jack en vez de la bandera española, nadie en Gran Bretaña le discutiría ese estatus.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Los prescindibles


No somos nada. Aunque en líneas generales veo muy poco la tele, formo parte de esa generación que se crió al grito de ¡callaros que ponen el tiempo!, y vaya que cerrábamos la boca viendo a Mariano Medina explicándonos en blanco y negro aquello de las isobaras, las borrascas o los anticiclones que asolaban la península, así que necesito chutarme la imprescindible ración de noticias diaria nada más despertarme, para saber a qué atenerme y sentirme seguro sólo cuando veo a Conchín Fernández explicarnos lo que Don Mariano, en la primera como él, aunque sin puntero, eso sí, pero con la seguridad y gracilidad de gestos de todo un director de orquesta.

No somos nada. El domingo pasado, por ejemplo, por una de esas casualidades que tiene la vida coincidimos el televisor y yo en la apertura de un capítulo de Mentes Criminales, serie que por excesivamente seria no me encandila demasiado a pesar de que suele aparecer por allí el gran Joe Mantegna, y el caso es que la voz en off que presenta cada capítulo me clavó al suelo recitando a Erasmo de Rotterdam: «¿Qué es toda la vida mortal sino una especie de comedia donde unos aparecen en escena con las máscaras de los otros y representan su papel hasta que el director del coro les hace salir de las tablas?»

martes, 10 de agosto de 2010

Kamui C29


No sé si os pasa, pero a mí me ocurre que cuando veo a Kobayashi me asalta la sensación de que detrás de su cara de adolescente protagonista de manga o anime, se oculta uno de esos androides de ultimísima generación conque los de su tierra nos deleitan de cuando en cuando. Ya sabéis a qué me refiero, a esos cachivaches de plástico y metal que lo mismo suben escaleras que cuidan ancianas, o que emulando ser personas ejercen de mayordomos, damas de compañía o de lo que sea, incluso de juguetes sexuales, engendros todos ellos que subyugan a entendidos y profanos porque bajo su aspecto anormalmente perfecto se intuye la frialdad de una maquinaria precisa como un reloj, alentada por un algo indefinible que no siendo humano tiene demasiado de alma dócil o tal vez perversa, ¿quién sabe?

Viéndole hace apenas un puñado de días saliendo vigésimo tercero en la ratonera húngara para terminar nono, me dio por pensar que el muchacho definitivamente no es de carne y hueso, sino que forma parte de un experimento encaminado a dominar el mundo del motor, iniciado hace muchos, muchos años, en un laboratorio ultrasecreto que ha permanecido alejado de nuestras miradas por hallarse soterrado a varios cientos de metros bajo las laderas del monte Asahi, en Hokkaido, por ejemplo, y que comenzó con un Kamui original que debió parecerse a Mazinger Z, aunque obviamente con un tamaño mucho más reducido pues tenía que caber en un coche de carreras.

lunes, 9 de agosto de 2010

Ficciones


A cuenta del asunto ése de que el gran caimán llevaba a Barrichello contra el muro del pit-lane en Hungaroring, se ha desperdiciado mucha tinta destacando la canallada sin reparar en que la víctima interpretaba el papel de héroe griego, porque hay que ser como Aquiles para aguantarle a Michael un cerrojazo criminal como el que le metió cuando iba a ser superado.

Si al de Kerpen cabría pedirle por favor o por las bravas que nos deje de una puñetera vez en paz, al de Williams habría que levantarle un monumento por haber demostrado que no iba de farol cuando dijo aquello que dijo en 2008 sobre el viejo dinosaurio que sólo sabe acojonar a la parrilla con sus modales de matón de barrio. Si en aquel momento se atrevió a retratar en sus memorias cómo se las gastaba el heptacampeón y qué papel le tocó jugar a su sombra en su impenitente búsqueda de gloria, hace nada nos ha enseñado que bajo la piel del narrador que encara su vida sin paños tibios sigue habiendo un hombre que sabe empuñar la espada para reivindicarse cuando la ocasión lo merece, que en Hungría al parecer lo merecía.

domingo, 8 de agosto de 2010

Despejando dudas


Allá por el Pleistoceno se quejaba la peña de que uno que yo me sé anduviera por ahí sacando pecho al respecto de que había aportado 6 décimas de segundo al vehículo parido en 2007 por la de Woking.

De tal manera ha llegado a magnificarse el desafortunado comentario, que desde que aquél a quien no menciono abandonase McLaren, hemos escuchado el desliz verbal en boca de sus detractores como letal arma arrojadiza, sobre todo durante la etapa del ínclito arrogante en Renault, porque para alquimista de coches ya está el irrepetible Michael Schumacher, y éste que digo, el bocachancla, no le llega a la suela de los zapatos al zapatero heptacampeón del mundo en eso de poner décimas, centésimas, milésimas, o lo que haga falta a un monoplaza, como hemos podido ver este año en que el alemán ha convertido en oro de 24 kilates el plomo que lleva debajo del santo lugar que da término a su espalda.

sábado, 7 de agosto de 2010

1951, Juan Manuel Fangio



El mejor piloto de todos los tiempos nació en Balcarce, una localidad de la provincia de Buenos Aires, en Argentina, un 24 de junio de 1911 en plena noche de San Juan, y quiso ser futbolista antes de dedicarse en cuerpo y alma al automovilismo deportivo, disciplina en la que destacó como nadie lo haría.

Cuarto de los seis hijos de una familia modesta, a la temprana edad de 16 años abandonaba los estudios para comenzar a trabajar en un taller dedicado a preparar coches de competición, lugar donde daría rienda suelta a la pasión por los motores, las tuercas y la grasa, que había atesorado mientras aprendía los rudimentos de la mecánica en otro taller, mucho más pequeño y cercano a su casa, regentado por un tal Capetini. Aquella experiencia desembocó en la creación de un apartado en el patio de la casa familiar en el que él y sus hermanos se dedicaron a reparar maquinaria agrícola, aventura que daría paso a la apertura de su propio garaje en 1933.

viernes, 6 de agosto de 2010

Animal farm [Ricardo #4]


George Orwell alcanzó rango de visionario, de adelantado a su tiempo, por lo crítico que se mostró con la realidad que le rodeaba a mediados del siglo pasado, así, desencantado con el rumbo que había tomado el socialismo implantado en la URSS, terminó sacando a la luz las entrañas de ese imponente monstruo que conocemos como poder, que independientemente de cual sea la tendencia política que lo ejerza, libre de bridas camina siempre buscando el totalitarismo, su vergel.

«Animal farm» (Rebelión en la granja, en español) es una bonita muestra de la agudeza del escritor británico, quien dibuja magistralmente la brutalidad de cualquier gobierno desbocado, en las cuatro esquinas de una pequeña granja inglesa (Manor, en el texto), reflejándola diáfanamente en la metamorfosis que sufren los 7 mandamientos que Mayor, el cerdo promotor de la gran revolución contra los humanos, dejó a su muerte como legado. El séptimo y último de ellos rezaba así: «Todos los animales son iguales.» Pero para cuando termina la historia, Napoleón, el puerco dominante, lo había retocado tras eliminar los seis anteriores, jerarquizando el valor de la igualdad en un ejercicio del más cruel cinismo: «Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros.»

jueves, 5 de agosto de 2010

Fuera del tiesto [Ricardo #3]


Los malos rollos entre pilotos al final de una carrera forman parte de la tradición más arraigada de la F1. Ha sido así, es así, y sin duda seguirá siendo así, por ello me sorprende un poco el eco desmedido que ha alcanzado el hecho de que Vettel se destartalara de mala manera al término de la prueba celebrada en Hungría, extendiendo sus malos humos incluso a la rueda de prensa, porque a pesar de la indiscutible sobreactuación, Sebastian parecía en todo momento sincero, circunstancia que hizo más penoso presenciar su monumental cabreo.

Obviamente él sabía algo que los demás desconocemos y posiblemente nunca sabremos, y el asunto tiene que ver con la vuelta 18, cuando el jovencísimo piloto de Red Bull se ganaba una penalización por abrir un hueco desproporcionado con su compañero durante la presencia del Safety Car.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Pólvora mojada [Ricardo #2]


Aquellos que después del G.P. de Alemania alzaron sus voces ante la ignominiosa manera que había tenido Ferrari de impedir que mi Felipe se sumara al carro del campeonato, a pesar de que Hamilton le sacaba en aquel momento 78 puntos y Fernando 31, debieron quedarse blancos el domingo pasado, de idéntica manera a como tuvo que quedarse el brasileño tras haber hablado más de la cuenta para salvar la cara después de la que montaron en Hochenheim su ingeniero Smedley y él.

Siendo benévolo, la carrera de hace tres días no fue tan ramplona como a priori podría parecer, pues Massa se vio penalizado por el inoportuno adelantamiento de Hamilton en boxes (se ve que los mecánicos de McLaren habían tomado algunas latitas de Red Bull y faenaban por ello más rápido que los de Maranello), a quien había mantenido a raya sin demasiados problemas, defendiendo la cuarta posición que ocupaba cuando el semáforo se puso en verde durante las primeras 16 vueltas, momento en que hizo acto de presencia el coño Safety Car, para, a partir de la reanudación de la prueba, sufrir al británico hasta que la mecánica de Lewis dijo basta en el giro 23.

martes, 3 de agosto de 2010

Una de gomas [Ricardo #1]


Hace tiempo que Bridgestone debería haber sido sacada a patadas de este tinglado por haber demostrado en reiteradas ocasiones que como empresa no está ni en disposición de cumplir sus contratos ni por la labor de contribuir a un deporte que ha hecho de la excelencia su seña de identidad, porque su participación en la F1 es un burdo engaño, como quedó patente el pasado domingo.

Como cualquier producto, los neumáticos se supone que deben ir acompañados de la correspondiente información técnica para que las escuderías los usen bajo el marco de unas elementales garantías, como le sucede a cualquier consumidor con un televisor o una batidora.

lunes, 2 de agosto de 2010

El sueño alado de Newey


Dibujar es una actividad que me deja mucho tiempo libre cuando se trata de rellenar zonas con jaspeados a pluma. Esta mañana, sin ir más lejos, mientras mi mano apretaba puntitos con la plumilla de la que os hablé el otro día, mi cabeza se entretenía pensando en ese monstruo azul oscuro que este pasado fin de semana ha vuelto a hacer de las suyas sobre Hungaroring, un vehículo que tiene algo especial que lo convierte en imbatible cuando encabeza la carrera, pero que sigue sufriendo algunos problemillas cuando circula con otro coche delante o a su lado.

Lo mencionaba cuando con mi disfraz de CSI intenté desentrañar la razón por la cual el alerón trasero de los Red Bull subía y bajaba con respecto al extremo posterior de la aleta de tiburón: Adrian Newey estaba jugando con el margen de elasticidad de los materiales con los que había confeccionado las superficies del RB6, y ésa era la ventaja de su diseño.

domingo, 1 de agosto de 2010

The Goonies [Hungría]


A pesar de mi avanzada edad sigo mostrándome remiso a perderme una buena ración de aventura como la que ofrece la película que da título a esta entrada. Será una idiotez como la copa de un pino, de ésas sobre las que me permito aceptar que venían en mi paquete de serie sin que me importe un carajo el qué dirán, pero os juro que es oír la palabra gunis, y qué queréis que os diga: sencillamente me siento otro.

Me he puesto a escuchar el tema Jailbreak de su banda sonora, porque hoy en Hungría he vuelto a disfrutar de la F1, y no porque Fernando haya desterrado las dudas que le sobrevolaban a él y a su escudería hace unas miserables semanas, sino porque han vuelto a ganar los buenos de verdad, y con ellos el espectáculo y el deporte, por si fuera poco, supervisado este último por una más que correcta aplicación del reglamento, como si en vez de Whiting lo sustituyera en su puesto Pierluigi Colina.